Si un día tienes ganas de llorar: llámame.
No prometo hacerte sonreír pero, puedo llorar contigo.
Si un día quieres huir: no tengas miedo y llámame.
No puedo prometer que no vaya a hacer preguntas
ni intentar retenerte pero,
puedo correr contigo.
Si un día no quieres escuchar a nadie: llámame.
Estaré en silencio junto a ti.
Pero, si un día me llamas y no encuentras respuesta:
ven rápido porque quizás,
yo te necesite...
Nessa ©
5 de Julio de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario